miércoles, 2 de diciembre de 2009

Carencia de ingenio

Me propuse desde un comienzo escribir acerca de diversos temas, obviamente siempre desde la mirada de una mujer de 20. Ayer leí en La Nación un artículo muy bueno, que muestra la falta de ingenio que tenemos en Bs As a comparación de NY.
Recursos en Argentina siempre hubo (por más que digan que no), el problema está en la mala distribución de los mismos, hay despilfarro, se gasta en planes de jefe de familia, en subsidios que solo llevan a regenerar la vagancia y las pocas ganas de laburar. Mientras escribo esto, recordé que el lunes vi en CQC a Macri pidiendole un peso a el matrimonio K para realizar obras públicas, quería remodelar lo subtes; y así estamos, vivimos de ilusiones.
Volviendo a la nota de La Nación, recalco algo que me pareció super importartante, palabras textuales: "Nueva York ha sufrido en los últimos tiempos gobiernos cuyas políticas urbanas no fueron particularmente progresistas. Y sin embargo... Dejemos el sistema de transporte de lado, que en Manhattan es casi tan eficiente como en cualquier ciudad europea y considerablemente más barato (por menos de tres dólares diarios se puede viajar ilimitadamente en el metro y los buses que recorren la ciudad de parte a parte). En Buenos Aires sería imposible que un funcionario municipal se pusiera a imaginar una respuesta al caótico y cada vez más fragmentado sistema de transporte público, donde cuaquier combinación de colectivo, tren y subterráneo supera holgadamente las tarifas de cualquier lugar del primer mundo."
Lo cómico es como se la ingeniaron los newyorquinos para convertir una parte muerta de la ciudad en la High Line, tenían la base y lo único que hicieron fue colocar barandas, canteros y mesitas; mientras nosotros tenemos millones de vías de tren sin funcionamiento en nuestro país (no sólo en Bs As, en mi ciudad natal Paraná hay hectáreas de vías de tren sin uso) que se podrían volver a utilizar los servicios o por qué no, hacer parques longitudinales.
Las bases las tenemos, el presupuesto es lo que falta, pero como Daniel Link (periodista que escribió el artículo que estoy citando) se pregunta: "¿Cuánto puede costar techar, no sé, dos o tres cuadras de vías por año, llenar de yuyitos nativos algunos canteros y disponer bancos y mesas de ajedrez aquí y allá? La cifra, se me ocurre, debería estar al alcance de una ciudad como Buenos Aires, cuyas autoridades siguen proponiendo faraónicos túneles que la atraviesen de parte a parte, no porque haya alguien que necesite tal cosa sino porque es la única manera de imaginar una ciudad que tienen."
Lo que más risa me da, es que nuestra Sra. Presidente quiere un Tren Bala y estoy en la certeza que cuesta cien veces más (y capás me quedo re corta diciendo "cien veces más") que estas obras.
Tendríamos que aprender un poco de nuestros hermanos americanos, nuestro país aparte de una buena distribución del producto necesita un mejor grado de ingenio.

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