viernes, 19 de marzo de 2010

Entre gramos, centímetros y talles


Quién me va a negar que alguna vez se vio gorda o fea? La que levanta la mano no tiene escrúpulos, mentirosa total. Todas, algún día en nuestra existencia nos vimos mal, vacías, sin ser un parámetro de belleza, gordas con mofletes y rollitos alrededor de nuestras caderas, la imagen que vimos en el espejo no nos gustó y, quizás, nos dio asco.

Seamos sinceros, la tv y todo medio de comunicación nos vendió como parámetro que la belleza es sinónimo de 90-60-90, ropa de marca, pelo al estilo pantene, piernas largas y estilizadas, y un rostro bello. La mayor parte de los hombres (aclaro: no todos) compraron este modelo de mujer: la barbie.

Caramba! te miras al espejo y sos un carancho, tu pelo es puro frizz y tus piernas son dos patas de cerdos, cortitas y regordetas. Te pareces más a una vaca que a una barbie, empezás a traumarte. Comenzás la dieta (que por cierto no es dieta), eliminas comidas escenciales del día como por ejemplo el desayuno; te privas de ciertos placeres porque quizás, en un futuro muy lejano, vas a ser una de esas mujeres de tapa de "Gente". Te cuestionas por qué los hombres miran a fulanita (que es flaca, divina, diosa) y en segundo plano a vos.
Tu vida se vuelve un check in de calorías, la balanza es tu fiel amiga, las comidas chatarras con amigos ya no existen porque "estás a dieta". Si seguís así te vas a tener que ir a vivir al Himalaya, allá no te vas a tentar con nada, no va a haber chocolates extra large con almendras.

Siempre fuiste linda, nunca lo quisiste ver. Te sentías vacía, pero estás confundida: tu sueño es vacío, una remera talle "S" no te va a hacer más o menos feliz, esos kilos menos tampoco son una escalera a la fama. El éxito lo hace uno, no lo que visualmente sos. "The escential things are invisible to the eyes'' diría El Principito.
Tanto compramos el modelo de raquiticas que cuando vemos a las mujeres de la publicidad de "Dove" las vemos gordas. Si, gordas, mofletudas, feas.

El problema no es cuidarse, eso está perfecto. Yo soy una gorda feliz que vive a dieta, por salud, por estética, por todo lo que compre de la sociedad. Pero soy consciente que no lo hago por aceptación ni por escalar más rápido, eso lo hace lo de adentro, la personalidad.

El cuerpo se degrada con el paso de los años, lo interior es lo que vale y es lo que se valora con el tiempo.

Otro gran problema es que muchas mujeres no saben distinguir lo que es hacer dieta de pasarse de la raya. Anoréxicas y bulímicas hay para hacer puré, es grave. No se dan cuenta que se están autoflajelando, que cada día se van cavando su propia tumba. Necesitan ayuda, mucha.

No te van a querer más porque seas más flaca, eso te tiene que entrar en la cabeza. Si te sentís sola, vacía, angustiada recurrí a los tuyos.
La bulimia y la anorexia no es joda, es una enfermedad.

Espero que vos, tontuela, dejes de comprar el modelo de Barbie, nadie lo es. Es vacío puro, estar flaca es genial pero hay un punto, lo reitero.

Arrivederci!




1 comentario:

  1. Concuerdo contigo mi querida amiga Belu. Yo incluso soy re flaca y aun así jamás voy a encajar en los cánones de belleza que nos han impuesto. Son imposibles y estúpidos! Lo importante es estar sanos, reírnos y hacer las cosas lo mejor posible =)

    Luchi!

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