La risa es un gran motor que a diario nos ayuda a remontar ciertas situaciones. Nada como caerse y levantarse riendo. Hace bien, te hace sentir bien y te relaja.
Si bien es un acto biológico e incluso inconsciente, muchas veces no es verdadera, no es sentida. Más bien en ciertas ocasiones suele ser fingida.
Como el famoso dicho "Para reir, sólo se necesita mostrar el alma... y no los dientes".
Después de más de 365 días volví a reír. Con fuerza, con ganas y muy sentido. Con lágrimas en los ojos, con dolor de panza de tanto reírme.
Al fin y al cabo, nada es imposible.
Arrivederci!
B.
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