viernes, 27 de noviembre de 2009

Caminando hacia lo complicado

La mejor forma de empezar con mi blog es comentar acerca de nosotras, las mujeres. Mi fuente de inspiración fué un libro de Serena Gay llamado "Life's a bitch, and then you diet", un libro cargado de humor acerca de cómo somos las mujeres y por qué somos así.
Toda mujer normal (o como diríamos en Argentina: "común y corriente") pasa por ciertas etapas, yo sintetizaré hasta la que estoy viviendo, en un futuro podré retomar este post y lograr profundizarlo.
Comencemos con la infancia, donde mamá por lo visto no tenía sentido de la moda, te ponía aquella pollera (que por poco no te la pisabas) con alguna camisita llena de flores de todos colores, te intentaba hacer un peinado con un moño o en su defecto dos colitas... y a vos no te importaba en lo más mínimo, solo querías jugar, correr, saltar, tener charlas inentendibles con tus Barbies… Tu cuerpo solo era un elemento para vivir.
Pasaron los años, tendrías 12 aproximadamente... tu anatomía demostró un gran cambio, empezaste a usar desodorante, entendiste para qué sirve un corpiño y te alarmaste al enterarte que pronto iba a llegar un día que “te permitiría ser mamá en un futuro” y que cuando aparecía cada 28 días ibas a tener mal humor e ibas a estar más caprichosa de lo normal... Y ahí te viste, zonzona, por primera vez al espejo (antes te mirabas, pero solo para ver si no quedaban rastros en tu mejilla de rouge de alguna tía o abuela) en búsqueda de poros abiertos, puntitos negros, comenzaste a explorar el tamaño de tus caderas, de tu panza; y te empezaste a comparar con tus amigas: a ver quien era la más linda, la más canchera, la más mirada por los chicos...
Todos estos nuevos cambios dieron lugar a dejar en el olvido ese mundo donde era todo diversión, amor de Barbie y Ken y cuentos de Disney… Y ahí fue cuando conociste lo más feo del mundo, si, eso que todas las mujeres decimos "lo empiezo el lunes", si amigas, el gym acompañado por una intensa dieta donde hacés un "check in" de calorías a cada cosa que ingerís… Todo sea por llegar divina a tu cumpleaños de 15 y ser la princesa de tu propio cuento.
Siguen pasando los años, siguen los “el lunes empiezo”, los “hoy me doy un permitido” y llegas a los 20, dónde ya no sos esa niña ni tampoco sos la bolida que fuiste a los 15 y mucho menos estas preparada para ser madre, empezás a insertarte en el ámbito laboral y solo pensas en ascender en tus estudios… La dieta ya no es la misma porque tu trasero tiene la misma forma que la silla, ya no tenés la misma voluntad que a los 15, ya no entendés que quieren los hombres, vivís confundida y alterada por las obligaciones y la poca vida social que estás teniendo. Ni hablemos de la plata que gastás en "tratamientos mágicos" contra las estrías, celulitis, várices, etc.. que al fin de cuenta son sólo un curro. Me estaba olvidando del mayor de los sufrimientos, la depilación, yo me la banco con la cera pero admito que sufrí añares, hay otras panchas que prefieren la maquinita... todo sea por no ser cavernicolas.
En fin, a través de este resumen de etapas de la vida de toda mujer, trato de demostrar lo complicadas que nos volvemo al paso de los años y nunca creí decirlo pero Arjona tiene razón al decir: “a las mujeres no hay que entenderlas, sólo hay que quererlas”

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